La suficiencia de la Gracia

Devocional # 47     22 Enero 2013
En este tema de la gracia, algunos de estos pensamientos son sacados del libro La Gracia Transformadora de Jerry Bridges
La suficiencia de la Gracia
Siguiendo con el tema de la gracia:
2 Corintios 12:9
Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
La vida es difícil es una verdad clara que todo el mundo reconoce (aunque algunos prediquen lo contrario). Es cuestión de ver las noticias matutinas para darnos cuenta de esta realidad.
Vivimos en un mundo caído y bajo maldición, y ni siquiera los cristianos estamos a salvo de estas frustrantes y agobiantes circunstancias de la vida  resultante de esta maldición, sufrimos de todo tipo de enfermedades degenerativas, contagiosas, etc…
Me han llegado muchas solicitudes de oración y lo hago con gusto de familias que están tratando de salir adelante con sus hijos adolecentes y aun adultos que se encuentran viviendo diferentes etapas de rebeldía espiritual, o están batallando económicamente, o por algún tipo de enfermedad,  digo esto, para darnos cuenta que los cristianos no somos inmunes, y a menudo parece que padecemos más que los no cristianos que nos rodean.
Por casi dos mil años, miles y miles de creyentes han o hemos encontrado consuelo, estímulo y fortaleza para soportar sus aflicciones, en las palabras de Dios  al apóstol Pablo: «Bástate mi gracia» 2 Corintios 12:9.
Pablo no fue ajeno a las adversidades. Poco antes en la misma carta a los corintios, había hablado de tribulaciones, angustias, necesidades, azotes, cárceles, trabajos, desvelos, ayunos (6:4-5). Pero una aflicción en particular parecía causarle más dolor y angustia que todas las demás juntas y se refería a esa angustia como: «… me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee,» (12:7).
Quisiera ocuparme particularmente de esta categórica y divina declaración de 2 Corintios 12:9 “Bástate mi gracia”, porque nos conduce a otra dimensión de la gracia de Dios que pocas veces se considera o se de plano se le ignora. Lo más conocido es la definición de favor inmerecido de Dios para nosotros por medio de Jesucristo. En este versículo y en otros lo que el apóstol Pablo nos quiere decir: es la ayuda divina que nos es dada por Dios a través del Espíritu Santo que a fin de cuentas también es favor inmerecido de parte de Dios, podemos ver otro pasaje con el mismo sentido que es muy conocido y tan mal interpretado; “Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipense 4: 12-13.
Por cuestión de tiempo para que no sea largo este devocional (que terminaré la próxima semana), bástenos decir que el apóstol estaba declarando que por la fortaleza que Cristo le daba (a través del Espíritu Santo), podía soportar el hambre, la necesidad, y todos los padecimientos precisamente por la fortaleza de la gracia de Dios a través de Cristo que lo fortalecía que hemos estado viendo, no estaba convirtiéndose en una especie de súper-hombre.
Dios jamás permite el dolor sin un propósito en la vida de sus hijos. Él permite que satanás o las circunstancias, o alguna persona malintencionada nos cause sufrimiento y dolor, los utiliza (el Señor), para nuestro bien. Y el bien es conformarnos (o transformarnos) cada vez más a semejanza de su Hijo, nuestro único modelo. Lean  Romanos 8: 28-39; “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien…..” Les dejo el link..   https://www.youversion.com/es-ES/bible/150/rom.8.rvr95
Confiemos en que Dios tiene todo bajo su control y cuando permite algo que para nosotros es doloroso,  es para nuestro bien y nuestro bien es ser transformados a la imagen de Cristo,  ese es el propósito principal de nuestro buen Dios.